Inesperada lluvia

Febrero de 2016, recuerdo esa mañana cuando repentinamente los cielos tronaron. Una niebla espesa cubrió los campos avisando lo que estaba por venir. Se trató de una inesperada y abundante lluvia de verano que se desató con fuerza en todo el valle central, a semanas de la vendimia, acentuándose especialmente en los rincones del territorio donde se enclava la viña. Pero lo inesperado nos dejó un gran regalo: las parras respondieron a esta lluvia entregándonos un vino con un sabor único.

¿Quieres saber cómo sucedió esto?
Ven a visitarnos y, como   autor del vino, te compartiré estos secretos bien guardados en el sueño de las barricas.